Crema de espinacas vegana

Cuando era niña odiaba la crema de espinacas por su aspecto: el verde espeso y turbio casi la hace parecer la baba de Moquete de Los Cazafantasmas.

Sin embargo, una vez superado el aspecto, me di cuenta de que en realidad no sabía tan mal como pensaba. Me enganché a Popeye el Marino, y las espinacas se convirtieron de repente en mis mejores amigas. Las pedía casi todos los días. Sí, era una niña sencilla. 😅

De adulto, no tengo televisión y no la he tenido en los últimos 10 años, así que la influencia de Popeye ha desaparecido, pero como vegetariano, las espinacas siguen siendo uno de mis ingredientes favoritos.

Además, las espinacas son un superalimento.

• Están repletas de nutrientes, como proteínas, hierro, vitaminas y minerales.
• Es buena para la piel, el cabello y la salud de los huesos
• Aumentan los niveles de energía
• Son muy baja en calorías, lo que la hace perfecta para controlar el peso
• Son baratas
• Se pueden encontrar en prácticamente cualquier supermercado del mundo

Hoy voy a compartir con vosotros mi receta favorita de crema de espinacas.

Esta es una receta súper sencilla: todo lo que necesitas es cebolla, patata, ajo y espinacas. Todos estos ingredientes se pueden comprar con bastante facilidad en todo el mundo.

Calentar el aceite en una sartén grande, añadir el ajo picado y freírlo hasta que se dore. Añadir la cebolla a la sartén y cocinar a fuego medio durante 7-10 minutos, hasta que la cebolla esté dorada y ligeramente caramelizada.

Añadir las hojas de espinacas frescas y remover hasta que se marchiten.

Mientras tanto, mezclar una cucharada de caldo en polvo con 700 ml de agua hirviendo.

Ahora añade a la sartén la mezcla de caldo y la patata picada. Cocer a fuego fuerte hasta que la sopa empiece a hervir.

Cubrir la cacerola con una tapa y bajar el fuego a medio-bajo. Cocer a fuego lento la sopa durante 15-20 minutos hasta que la patata esté tierna, removiendo de vez en cuando.

Condimenta la sopa con sal y pimienta y cocina durante otro par de minutos, removiendo bien.

Apaga el fuego, tritura la sopa con una batidora de mano y sirve.

Cuando sirvo mí crema de espinacas también la cubro con una cucharadita de yogur vegano, picatostes y pimienta negra recién molida para que quede más bonita. Esto es opcional, especialmente si eres intolerante al gluten, ya que la sopa en sí es 100% libre de gluten.

Esta crema de espinacas vegana es sabrosa y reconfortante. Es rica en nutrientes que refuerzan tu sistema inmunológico y te devuelven la energía después de un largo día de trabajo o una sesión de gimnasio. Puedes encontrar muchas más ideas de sopas deliciosas aquí.

Dime si haces esta receta. ¡Puedes dejar un comentario abajo, o hacer una foto y etiquetarla con #k33_kitchen y compartirla en Instagram! Me encantaría ver que tal te sale. Saludos, ¡espero que disfrutes de mis recetas!